domingo, 12 de octubre de 2014

Ébola: El negocio del miedo


por Horacio Velmont

Definitivamente, somos una raza muy pero muy estúpida…

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Cuando no existía Internet, casi se justificaba que fuéramos unos lelos, porque era muy difícil enterarse de la verdad, y quien quería averiguarla necesitaba disponer de mucho tiempo y por supuesto también de dinero para investigar. Hoy todo esto cambió, pues con un simple clic se puede tener un panorama bastante ilustrativo sobre cualquier tema. El punto, por lo tanto, es que ya no debería ser tan fácil engañar a la gente  como lo era antes.
Lamentablemente, sin embargo, vemos que a pesar de la poderosa herramienta que es Internet, la inmensa mayoría sigue siendo muy fácil de engañar. ¿Cómo es posible? ¿Es nuestra naturaleza íntima la credulidad, por no decir la imbecilidad?
La respuesta es que venimos siendo adoctrinados, desde los mismos orígenes de la raza humana, para creer todas las mentiras con las que nos manipulan, siendo después casi imposible discernir lo que es verdadero de lo que es falso.
A veces las mentiras están tan, pero tan arraigadas, que alguien las puede gritar en la plaza más concurrida del mundo y además de nadie creerle, lo más probable es que sea tomado por loco y encerrado por alterar el orden público. Ésta es la razón por lo que las verdades se ocultan, para ser dadas a conocer cuando la humanidad esté preparada para conocerla.
Quizás una de las mentiras más grandes con la que nos han engañado es la crucifixión de Jesús, hecho que jamás existió. Jesús, el verdadero, no el inventado por la Biblia, era un elevado maestro esenio amigo de Roma, especialmente del emperador Tiberio y Poncio Pilatos, que eran también sus discípulos. Los esenios tenían la misma elevada ética que la del Imperio, siendo falsas las historias que se han contado sobre la crueldad de los emperadores, por lo menos en las primeras etapas. El mismo Nerón era cristiano, por ejemplo. En síntesis, Jesús era protegido por Roma, y cae de maduro que jamás hubieran permitido que lo crucifiquen. Y por supuesto que estaba casado con María Magdalena.
¿Por qué difundió la Iglesia el bulo de la crucifixión de Jesús? Simplemente para manipular a sus feligreses, haciendo creer que la mansedumbre era el camino para salvarse, no la rebeldía. Incluso, para reforzar esta mansedumbre se le hizo decir al Maestro que cuando alguien nos pega en una mejilla tenemos que poner la otra. ¡Vaya astucia!
No obstante, estos hechos, que para protegerlos de la manipulación se han ocultado, van saliendo poco a poco a la luz, y la prueba está en el libro de Ramiro de Granada “La Biblia III, Testamento de todos los tiempos”, que nos habla de nuestro verdadero origen y pone al descubierto a ese ser degradado que nos creó (en rigor clonó) llamado Jehová-Yahvé-Satanás y que se hizo pasar por Dios para manipularnos. El libro incluye el Evangelio de Nerón, mostrándonos al verdadero Jesús y sus enseñanzas.
Debía ser un alerta para todos las propias palabras del Papa León XIII (1513-1521) sobre el mito Jesús: “Cuán bien conocemos qué superstición más útil ha sido para nosotros esta fábula de Cristo”.
Quien duda de lo que decimos debería analizar bien estas palabras del Papa León XIII… Después de esta necesaria digresión, continúo con el tema.
Una de las características de Internet es que casi siempre se puede encontrar a alguien que sabe la verdad sobre un determinado asunto o que se aproxima bastante a ella.

Por esta razón que en cuanto los profesores Daniel y Denyse. respondiendo a una pregunta de un consultante, aclararon que el Ébola es “Terrorismo de Estado”, busqué en Internet artículos sobre este tema, encontrando muchísimos que hablaban ya de una farsa.
Cuando estaba por redactar una nota alusiva  encontré un punzante comentario, escrito por Laura Paglia, experta en marketing, que a mi juicio resultaba sumamente ilustrativo sobre este nuevo cuento del tío.





http://of-life-and-else.weebly.com/blog-espantildeol

ÉBOLA

Me llaman Conspiranoica, pero no merezco tan honorífico título. Soy una simple experta en manipulación social, lo que en el gremio llamamos Marketing. Bueno, yo lo llamo San Marketing, porque hace milagros.
De acuerdo con la teoría “Industria Cultural” de Adorno y Horkheimer, las masas son meros objetos de manipulación. Significado: la cultura popular, el entretenimiento o los anuncios tradicionales y el marketing inhibirán inevitablemente su conocimiento.
Mis referencias. He estado al frente del equipo de marketing y ventas de un conocido resort de Golf en la Costa del Sol, del que no haré publicidad (he evolucionado). En el tiempo que trabajé por ellos, el equipo y yo vendimos 4mil millones de las antiguas pesetas en proyectos inmobiliarios, algo que la empresa dueña del resort no había conseguido hacer en 12 años. No estoy orgullosa de ello (confieso que lo estuve), pero admito que es la realidad, mi realidad: he sido coartífice de la degradación de la hermosa costa mediterránea.
Lo que me llevo de esos años es el conocimiento de las técnicas de manipulación masivas, estudiadas en profundidad y aplicada constantemente, en todos los momentos y ámbitos de nuestras vidas.
Aunque tengo que reconocer que esa es solo la parte oficial de mi pericia manipuladora. La base de mi conocimiento me la dio mi padre en su casa, durante cada uno de los años que pasé con él. Mi padre siempre tenía razón, y su forma de convencernos de que eso era así, era (y es) una manipulación sutil, constante y omnipresente. Mi padre puede explicar de forma totalmente convincente que algo negro es en realidad blanco. Una explicación totalmente lógica, imposible de refutar, excepto dando un paso atrás, saliendo de esa realidad tan concienzudamente construida, y mirando el objeto en cuestión… ¡Pero si es negro!
Crecer al lado de una persona así me permitió desarrollar lo que cariñosamente llamo “el radar”. Este radar no solo me permite “oler” una manipulación a unas tres millas de distancia, sino que también me permite captar lo que las personas quieren oír y ver, algo muy útil durante esos años de venta salvaje.
Pero basta de biografías. Aquí va de algo mucho más importante que yo: el Ébola, ese virus tan tremendo que causa una muerte horrible.
Sin ninguna duda el virus del Ébola provoca unos síntomas terribles que se resumen en las palabras “fiebres hemorrágicas”. No voy a entrar en detalles, primero porque no soy una investigadora médica, y segundo porque, y eso pienso que es mucho más importante, creo que si fuéramos seriamente a combatir el Ébola, lo haríamos de forma diferente. Aquí también dejo unas palabras de Josep Pamies para reflexionar, y un artículo interesante acerca de cómo lo estamos haciendo en este momento.
De lo que va en este post es de la manipulación mediática que se está haciendo acerca de este tema. En marketing se manipula aprovechándose de las emociones, que son las que dictan nuestras decisiones (por más que creamos que no). Si para vendernos ropa, perfumes, coches y demás objetos y servicios que en realidad no necesitamos, la técnica utilizada es la promesa de felicidad, con el Ébola se manipula a partir del miedo. Y el miedo es hijo de la ignorancia.
No es nada sorprendente que no sepamos prácticamente nada de ese virus, es algo que jamás ha sido parte de nuestra realidad, un organismo invisible que actúa de forma muy compleja, algo que solo un profesional médico puede empezar a entender, y tan minúsculo que puede estar al acecho en cualquier lado!

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La manipulación del miedo es, en general, lo que mejor funciona en temas médicos. Lo hemos visto de forma muy evidente en la “pandemia” de Gripe A, aunque subyace en todas las alertas y sugerencias sanitarias, desde la vacuna contra el virus del papiloma humano, pasando por las mamografías y culminando con la quimio y radioterapia en caso de cáncer. Es obvio, NO queremos estar enfermos, tememos la enfermedad, una amenaza supuestamente provocada por agentes invisibles y desconocidos.
Para conseguir evitar las enfermedades nos ponemos en manos de los profesionales de la salud, suponiendo que las autoridades sanitarias sean las que mejor sepan lo que tenemos que hacer. La realidad es bastante diferente. Detrás de la inmensa industria químico-farmacéutica hay demasiados intereses como para que alguien piense en los demás. Pero eso tampoco es nada nuevo.
Así que volvamos al Ébola,  y más precisamente al caso del Padre Miguel Pajares, el religioso infectado con el virus que falleció en el hospital Carlos III de Madrid.
Tratándose de una emergencia sanitaria debida a un virus mortal que se puede contagiar a través de varios medios (sangre, saliva, sudor, semen y fluidos vaginales, posiblemente hasta por el aire), los protocolos indican que el foco de infección debe ser aislado y controlado.
Por lo contrario, los países están repatriando a sus ciudadanos que han estado expuestos al virus. Esa es la forma más rápida para que una infección viral se expanda… no hace falta ser médico para entenderlo.
Entonces. ¿por qué se está repatriando? Porque la OMS incita a los países a hacer justo eso: “Los estados deben estar preparados para facilitar la evacuación y repatriación de sus ciudadanos (por ej. trabajadores sanitarios) que han sido expuestos al Ébola”, dicen en su comunicado oficial del 8 de agosto de este año (“States should be prepared to facilitate the evacuation and repatriation of nationals (e.g. health workers) who have been exposed to Ebola”).
Pero, ¿por qué la OMS exhorta a unas actuaciones que son diametralmente opuestas a los protocolos de actuación en caso de epidemia infecciosa? Bueno, permitidme especular.
Como experta en manipulación masiva que soy −ejem, perdón, de marketing− esto es exactamente lo que haría yo si quisiera vender un determinado producto: en este caso la vacuna del Ébola (insertar musica celestial).

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Como profesional de marketing contratada por una multinacional químico-farmacéutica para aumentar sus beneficios, ¿de qué me serviría tener una epidemia de Ébola en Guinea Ecuatorial, Liberia, Malí o Costa de Marfil? Esos son lugares que conocemos solo en las noticias, que además siempre son tremebundas: hambrunas, plagas de langostas, guerras, genocidios, pérdidas de hábitats naturales. ¿Qué diferencia hay entonces que la gente en esa parte del mundo se muera de hambre, a machetazo limpio o por una fiebre hemorrágica? Ninguna, la verdad…
Sabemos que las guerras que libran esos países no llegarán hasta nosotros. Sabemos que las plagas de langostas que sufre otro continente no llegarán hasta nosotros. Y sabemos que un virus de una enfermedad que solo se produce en remotas regiones del África subsahariana no tiene la posibilidad de llegar tan lejos, hasta nosotros.
Ese es un gran problema para los que quieren vender vacunas que supuestamente nos inmunizan antes un virus letal que hasta ahora solo se ha visto en el continente negro… ¿Y como solucionar este problema? Trayendo el virus en avión.
En España ahora ya tenemos un infectado con Ébola (interesante artículo acerca del tema). ¿Cómo no? Miguel Pajares ha muerto en Madrid, ¿cómo no vamos a tenerlo? Ese hombre que se dejó la piel en Liberia y que escribía estas palabras justo antes de su contagio:
“Tenemos muchos problemas. Han fallecido dos personas y 13 se niegan a venir a trabajar, quieren quedarse en cuarentena. Yo he ido cada día y he saludado a todos, me meten miedo, la muerte ronda. Se sospecha de algún caso más de Ébola. Esperamos resultados. Es penoso pero hay que estar.”, ese hombre ha sido utilizado para traer el miedo del Ébola a España. Desde lo más profundo de mi corazón, creo que no se merece eso…
Ahora tenemos el Ébola mucho más cerca de casa, en España y en EEUU, y próximamente (llamadme bruja) en más países.
Ahora es justificada la adquisición de millones de dosis de vacunas por parte de los gobiernos de los países del “primer mundo” (los que se lo pueden permitir).
Y si creeremos que la OMS no tiene ningún vínculo con la industria químico-farmacéutica… bueno, entonces es que verdaderamente nos quedamos en la superficie. Hasta a los medios de comunicación masiva no les queda más remedio que hacerse eco de ese fenómeno tan evidente.
Pero lo peor es que ni siquiera es eso. Lo peor es que esas “vacunas” se están testando en africanos pobres antes no solo de tener prueba alguna de su efectividad, sino antes de tener la seguridad de que no sean peligrosas para la salud.
El Ébola ha permitido a las multinacionales químico-farmacéuticas convertir a África en un inmenso laboratorio, y los sujetos de investigación son humanos. Es la primera vez en la historia de la humanidad que un experimento parecido se está llevando a cabo. Los anteriores (porque ha habido muchos en varios países del “Tercer Mundo”) hasta ahora se han conducido alejados del ojo cada vez más atento y crítico de la opinión publica. Éste es el primer ensayo clínico al aire libre que tiene la bendición de todos nosotros.
Porque pobrecillos, el Ébola es un virus tan tremendo.
PS: Lista de brotes de Ébola en el pasado. Hasta ahora se hizo poco o nada… Hasta ahora ningún experto de marketing había pensado en el inmenso potencial del Ébola.
Laura

Creo que el texto es bastante explícito y no deja ninguna duda de que este nuevo cuento del tío se suma a tantos otros, que ya hemos denunciado hasta el hartazgo.
Para aquellos que quieran profundizar en la farsa del Ébola les recomendamos el Google, bastando poner en el casillero de búsqueda simplemente ÉBOLA FARSA y aparecerán infinidad de artículos.
De cualquier manera recomendamos especialmente a Carlos Luis Campos (Contraperiodismo Matrix), porque siempre está al día sobre todo lo que se refiere a las conspiraciones de la Élite, que es la que casi siempre esta detrás de todos los cuentos del tío de este tipo.

LECTURAS RECOMENDADAS
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